Son mis manos…
Ellas tienen la culpa
De rendirse ante tus pechos,
Color rosa…
No, son mis ojos,
Ellos no pudieron mentirte,
Y fueron segados por los tuyos,
Dejando a las manos sentirte…
Ellos no tienen la culpa…
Es mi cuerpo,
Que nunca se niega,
Y pide amor…
Es mi culpa.
Dejar que tus carnes
Manoseen mi alma,
Y tu mirada me deteriore…
Y tu mirada me deteriore…