viernes, 12 de junio de 2009

me persigue...


Donde el frío…
Y la noche calcinante,
Caen en la espesa niebla,
De la soledad crepuscular…

¡Desesperado!
Corro entre lapidas perdidas,
¡Esta ahí, me persigue!
Siento su aliento en la nuca,
No la vi, pero se que ella.
La única que me busca,
Que me llama en mis pesadillas.

Los árboles teñidos en muerte,
En gris muerte,
Me llevan a la penumbra cripta,
Cripta ya soñada,
Nunca vista.

La vaporosa noche
Yace rendida a su encanto…
¡Esta aquí!
La cripta es mi destino.

Juega conmigo,
Me llama, carcajea,
Me empuja,
Y caigo rendido.

Y entonces…
Entre la noche oscura
Y el vapor de miedo,
Aparece su figura lúgubre
Rascando la piedra,
Inquieta, sonriente.

Es ella…
Que me abraza
En su manto…
Esta muerte.
¡Maldita!

el mesiaz


3 comentarios:

judith dijo...

decidi visitarte, y me parece increible tu blog. el ultimo texto me fascino. es una increible parodia. me encanto. con afecto. judith

Anónimo dijo...

pues huele a muerte tu poema. y da como pánico, pero esta muy muy muy bien
un beso

Anónimo dijo...

pues si bueno tu relato, y tiene sabor a miedo se palpa en el ambiente.