viernes, 31 de julio de 2009


Bajas entre brinco y brinco
por las pompas del cielo,
como un ángel
que juega con el viento.

Tocas la fiera tierra,
siendo tu primera ves,
temeroso, dudas,
pero su belleza te cautiva,
te invita a que la recorras,
que descubras sus campos verdes,
que sientas su aroma
después de un baño de lluvia,
que escuches el trinar del ruiseñor
que canta en el frondoso árbol,
dándote la bienvenida.

Ve y descubre tu nuevo hogar,
mi niño hermoso,
corre, corre que falta mucho
por descubrir,
el tiempo es corto,
tu hogar pronto se
convertirá en ciudad.

2 comentarios:

judith dijo...

es una belleza de texto.me encanto.

Desde el bar dijo...

Bella poesía, imagenes que encantan.

Alejandro