viernes, 29 de enero de 2010

viajera sin nombre

La noche cae desnuda en su infinito tardío
Y es esclava de las lunas verdes
De ella, la viajera sin nombre,
No es parte del tiempo ni del inmutable aire
Sino de alguna canción que alguna vez te escuchó…

Canción que canta la noche cuando el lobo
Lamenta ser fiero y lanza el aullido sin fin,
Devastando tiempo y sonido,
Brotando estrellas con cada lamento sufrido;
Y eso es todo ¡y nada!

Viajera sin nombre
Olvida que la luna es plata y recúbrela de tus verdes,
Castiga a esta infiel maldita
Que hizo de la noche un olvido umbrío
Y su manto gris es solo un recuerdo ufano

Noche triste, noche hermosa…
Deja que la viajera sin nombre juegue con tus manos
Y te cante la canción que alguna vez te escuchó
Cuando escapaba del tormentoso recuerdo
En busca del jinete del olvido, aquel que cobró su nombre
Para darle sosiego y llegar pura a tus manos

Noche… abre tus manos y entra en su piel
Deja tu aroma de lluvia en su voz
Y se parte de la canción que alguno cantará
Cuando el lobo lamente ser fiero.



el mesiaz

3 comentarios:

Desde el bar dijo...

Bello y extraño poema.
Alejandro

Espinosa Federico dijo...

Hola amigo muy bueno el escrito se te echaba de menos por suerte volviste con tus escritos que a mi modesto entender son muy buenos.
Saludos

Palabras como nubes dijo...

Qué hermosa, Elme!!!! Hermosa descripción de la noche, me gustó mucho.

Abrazo
Jeve.